miércoles, 30 de noviembre de 2011

tres

bajaste la música y te quitaste el cinturón. Me miraste, serio, sin sonreir, como cada vez que me veías haciendo algo que no debía, como fumarme un porro, irme de pellas, escaparme de casa o simplemente hacer la loca por la calle.

-Nacho, ¿qué pasa?
-Adri cuantas veces te he dicho que odio que te juntes con ese tío.
-pero Nacho ¿no entiendes tu que a mi ese tío me cae bien y que es mi amigo?
-¿amigo? ¿desde cuando conoces a ese tío? ¿tres, cuatro meses?
-si y ¿qué?
-que un amigo es de más tiempo, un año, dos o toda la vida, como yo por ejemplo.
-pues a él le conodco desde menos tiempo y me he reido más veces que contigo.
-¿qué quieres decirme con eso?
-que quizá deberías de dejar de presionarme tanto ¿no? si te das cuenta últimamente no dejamos de discutir.
-ya sabías el caracter que tenía cuando me conociste Adri.
-eso no quiere decir que no puedas cambiar ...
-pero vamos a ver Adri, ¿qué quieres? ¿que cambie ahora por...?
-¿por haberme besado? ¿por mí? claro que quiero que cambies por eso Nacho. No te digo que tengamos que ser novios por habernos dado un simple beso, pero por lo menos para llevarnos bien...
-¿eso ha sido para ti?
-¿perdona?
-¿un simple beso?
-¿qué ha sido para tí?

No tenía ni idea de lo que iba a contestar, quizá una simple anecdota, un error, un juego, lo más importante de su vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario